Naciones Unidas

S/2005/254

Consejo de Seguridad

Distr. general
19 de abril de 2005
Español

Original: inglés

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Informe del Secretario General sobre la situación relativa al Sáhara Occidental

 

I. Introducción

1. El presente informe se ha preparado en cumplimiento de lo dispuesto en la resolución 1570 (2004) del Consejo de Seguridad, de 28 de octubre de 2004, en la que el Consejo prorrogó el mandato de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO) hasta el 30 de abril de 2005. En la misma resolución, el Consejo me pidió que presentara un informe provisional, dentro de los tres meses siguientes a la aprobación de la resolución, sobre la evolución de la situación y sobre el tamaño y concepto de las operaciones de la Misión, con mayores detalles sobre las opciones que se exponían en mi informe de 20 de octubre de 2004 (S/2004/827) respecto de la posible reducción del personal de la MINURSO, incluido el personal civil y administrativo. El presente informe se refiere a la evolución de la situación desde la publicación del informe provisional (S/2005/49) de 27 de enero de 2005.

II. Situación política

2. Pese a que el clima político de la región ha experimentado una cierta mejora, lamento tener que informar una vez más de que subsiste la falta de acuerdo, como indiqué en mis dos informes anteriores, sobre la forma de superar el punto muerto entre las partes y permitir a los habitantes del Sáhara Occidental ejercer su derecho a la libre determinación.

III. Actividades sobre el terreno

A. Actividades del componente militar

3. A principios de abril de 2005, el componente militar de la MINURSO estaba integrado por 227 observadores militares, empleados administrativos y miembros de unidades de servicios médicos, de una dotación autorizada de 230 personas. Al mando del General de División György Száraz (Hungría), la MINURSO siguió vigilando la cesación del fuego en el Sáhara Occidental, que está en vigor desde el 6 de septiembre de 1991. Por lo general, la zona de responsabilidad de la Misión se mantuvo en calma.

4. En el período examinado, la MINURSO hizo 1.343 patrullas terrestres y 109 patrullas aéreas para visitar e inspeccionar las unidades del Real Ejército de Marruecos de mayor tamaño que una compañía y las fuerzas militares del Frente POLISARIO, de conformidad con lo dispuesto en el acuerdo militar No. 1 concertado entre el Real Ejército de Marruecos y la MINURSO, por un lado, y las fuerzas militares del Frente POLISARIO y la MINURSO, por el otro.

5. Ambas partes han denunciado supuestas actividades de la otra parte que la MINURSO no pudo demostrar. En particular, la parte marroquí considera que las manifestaciones ocasionales de partidarios civiles del Frente POLISARIO (principalmente procedentes de fuera de la región) en la franja de protección constituyen una provocación y una vulneración de la cesación del fuego, en especial porque supuestamente los manifestantes son escoltados por personal militar armado del Frente POLISARIO. Una de esas manifestaciones tuvo lugar en el período examinado. Aunque la entrada de fuerzas armadas de ambas partes en la franja de protección está prohibida por el acuerdo militar No. 1, la MINURSO no estuvo en condiciones de verificar de primera mano la presencia de personal armado del Frente POLISARIO en la última de esas manifestaciones.

6. El Frente POLISARIO, por su parte, denunció un incidente en que presuntamente un civil fue víctima de unos disparos efectuados de forma deliberada desde el otro lado de la berma. También mantuvo que emigrantes clandestinos, a cuyos problemas se ha hecho referencia en anteriores informes, eran maltratados a manos de personal marroquí en la berma. Aunque esos incidentes fueron negados por Marruecos, la investigación de ambos casos por la MINURSO no arrojó resultados concluyentes.

7. Cabe recordar que en mi informe provisional (S/2005/49) se indicaban algunas actividades que, de ser realizadas o mantenidas, constituirían infracciones del acuerdo militar No. 1. Ambas partes habían informado a la MINURSO en esa ocasión de que esas actividades estaban destinadas a combatir la migración clandestina y el contrabando. Pese a la limitación de recursos y al aumento de la carga de trabajo, la MINURSO logró terminar en marzo de 2005 una evaluación interna del estado de cumplimiento de los acuerdos militares por las partes, al tiempo que establecía, en el mismo proceso, una base de datos que permitirá en el futuro seguir y analizar sistemáticamente la información obtenida por los observadores militares. En lo que respecta al acuerdo militar No. 1, la MINURSO estableció que había disminuido gravemente el grado de incumplimiento, en particular por las actividades siguientes:

a) Continuación de la instalación y el perfeccionamiento de capacidad de radar y vigilancia del Real Ejército de Marruecos en más de 40 ubicaciones situadas a lo largo de toda la berma, aunque el acuerdo prohíbe reforzar el equipo en las zonas restringidas (las dos zonas de 30 kilómetros de ancho al norte y al oeste de la berma para la primera zona y al sur y al este de la berma para la segunda);

b) Mejora de la infraestructura de defensa, incluida la construcción de un segundo ramal de la berma por el Real Ejército de Marruecos, cuando el acuerdo prohíbe toda mejora de la infraestructura de defensa, en particular la construcción de nuevas líneas de defensa (arena, piedra o cemento);

c) Maniobras militares con fuego real, que en ocasiones se extienden a las zonas restringidas (hacia el extremo nordeste del Territorio), por parte del Real Ejército de Marruecos, mientras que el acuerdo sólo permite maniobras con fuego real en las zonas de restricciones limitadas (las franjas de terreno situadas en el lado septentrional y occidental de la primera zona restringida y en el lado meridional y oriental de la segunda zona restringida), con sujeción a su notificación previa a la MINURSO si las maniobras suponen la utilización de armas de calibre superior a 9 milímetros;

d) Continuación del despliegue por el Frente POLISARIO de una unidad de personal armado con armas antiaéreas en la zona conocida como "Fuerte Español" en la zona restringida al este de la berma, así como reforzamiento con cemento de los muros del fuerte, pese a que el acuerdo prohíbe todo nuevo despliegue táctico de tropas, unidades, equipo y armas;

e) Incursiones repetidas en la franja de protección (la zona de 5 kilómetros de ancho que discurre a lo largo del sur y el este de la berma) por personal armado del Frente POLISARIO en vehículos militares, aunque el acuerdo prohíbe el acceso a la franja de protección, por tierra y por aire, de personal y equipo de las fuerzas militares de ambas partes;

f) Continuación de la imposición por el Frente POLISARIO de restricciones a la circulación del personal militar y civil de la MINURSO, en particular la demanda de que la MINURSO notifique sus visitas con antelación, pese a que el acuerdo estipula que los observadores militares de la MINURSO tienen total libertad de circulación y acción para desempeñar sus tareas, incluso para llevar a cabo en cualquier momento todo tipo de patrulla, por tierra o por aire, en la zona de responsabilidad de la MINURSO;

g) Presentación a posteriori, por ambas partas, de solicitudes o notificaciones sobre actividades reguladas o restringidas, mientras que el acuerdo especifica los plazos en que deben presentarse esas solicitudes o notificaciones.

8. Aunque estableció esas tendencias generales, la MINURSO no estuvo en condiciones de determinar si el incumplimiento empezaba realmente a suponer un grave menoscabo para la letra y el espíritu del acuerdo militar No. 1. Sin embargo, no cabe duda de que esa situación ya se había prolongado considerablemente cuando las actividades a que hacía referencia en mi último informe fueron señaladas a la atención de la MINURSO. Varios factores contribuyeron a la demora de este descubrimiento, en particular el número limitado de observadores militares y bases de operaciones de la MINURSO en una extensa zona de responsabilidad, como indiqué en mi último informe, así como las limitaciones que afectaron a las patrullas nocturnas de los observadores militares.

9. Por lo que respecta a los acuerdos militares Nos. 2 y 3, las partes siguen ofreciendo un alto grado de cooperación con la MINURSO respecto del marcado y la eliminación de minas, municiones y artefactos explosivos sin detonar. En el período examinado, la MINURSO descubrió y marcó 127 minas y artefactos adicionales. Se supervisaron 13 operaciones de eliminación, todas ellas efectuadas por el Real Ejército de Marruecos.

10. Como indiqué en mis informes anteriores, la MINURSO, en estrecha cooperación con el Centro Internacional de Desminado Humanitario de Ginebra, siguió perfeccionando un sistema de gestión de la información para actividades relativas a las minas a fin de mejorar la capacidad operacional del componente militar de la Misión y elaborar una base de datos completa para apoyar, cuando las circunstancias lo permitan, una campaña más amplia de actividades relativas a las minas. A principios de marzo de 2005, una delegación del Centro Internacional de Desminado Humanitario de Ginebra visitó la Misión e impartió capacitación al personal civil y militar de la MINURSO sobre la utilización del sistema de gestión de la información, que se ha puesto al día con una versión más avanzada. La MINURSO se propone establecer, con los recursos financieros y humanos existentes, una sección mixta militarcivil para gestionar y actualizar el sistema.

B. Prisioneros de guerra, otros detenidos y personas en paradero desconocido

11. El Frente POLISARIO siguió reteniendo a 410 prisioneros de guerra marroquíes, algunos de los cuales han estado en cautividad durante muchos años. El 12 de febrero de 2005, unas informaciones no confirmadas indicaban que dos de esos prisioneros habían escapado y regresado a Marruecos. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) sigue ocupándose de la cuestión de las personas que permanecen en paradero desconocido en relación con el conflicto.

C. Migración ilegal

12. El 22 de marzo de 2005, la MINURSO transportó a un ciudadano de Bangladesh, que era custodiado por fuerzas del Frente POLISARIO en la zona de Tifariti, a Zouerate (Mauritania), donde fue transferido a la Organización Internacional para las Migraciones para su repatriación. La MINURSO también visitó a otros 46 migrantes abandonados a su suerte de los que había tenido noticia recientemente, presuntamente procedentes de Bangladesh y que habían estado a cargo del Frente POLISARIO en la zona de Tifariti desde la primera semana de abril de 2005. Los migrantes aseguraron que habían llegado desde Casablanca y habían terminado en la zona de Tifariti después de haber sido obligados a cruzar la berma y entrar en la franja de protección.

13. Si bien hasta el momento la MINURSO ha podido contribuir a las operaciones de repatriación, lo cierto es que la capacidad de la Misión para prestar asistencia a migrantes desamparados sigue siendo limitada. La MINURSO seguirá coordinándose con los organismos humanitarios, cuando sea necesario, a fin de ampliar el apoyo logístico prestado a las operaciones de repatriación por motivos humanitarios, con sujeción a la disponibilidad de recursos y a condición de que ello no afecte al desempeño de su mandato principal.

D. Refugiados del Sáhara Occidental

14. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) lleva a cabo un programa de socorro y recuperación para refugiados del Sáhara Occidental con un presupuesto de aproximadamente 40 millones de dólares para un período de dos años, de septiembre de 2004 a agosto de 2006. Hasta el momento, alrededor del 29% del presupuesto necesario se ha financiado mediante contribuciones multilaterales y bilaterales.

15. Como se indicaba en mi último informe, el PMA y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) han ido aumentando su capacidad de vigilancia y apoyo logístico en los campamentos de refugiados de Tinduf. En ese contexto, ambos organismos organizaron una misión conjunta de vigilancia de los campamentos del 5 al 12 de marzo de 2005 para examinar los mecanismos de distribución de alimentos. A la espera de los resultados de la misión de vigilancia y de nuevas aclaraciones de algunos donantes, la situación alimentaria seguirá siendo crítica hasta finales de año, a partir incluso de junio de 2005. Se espera que prevalezca un entendimiento común sobre los mecanismos de distribución de alimentos y que no se produzcan nuevas interrupciones en el futuro.

16. El PMA, al ACNUR y la MINURSO facilitaron una visita de donantes a los campamentos de refugiados de Tinduf del 16 al 19 de marzo de 2005, con la participación de 11 representantes de países donantes, la Dirección General de Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial y varias organizaciones no gubernamentales. La visita brindó una oportunidad de seguir fomentando el interés de los países donantes sobre el prolongado problema de los refugiados y aclarar una serie de cuestiones, en particular respecto de la distribución de alimentos y, concretamente, las últimas interrupciones de los suministros alimentarios. También permitió debatir cuestiones relativas al intercambio de información y la coordinación entre las entidades humanitarias.

E. Medidas de fomento de la confianza

17. Como se recordará, las partes, así como Argelia en su calidad de país de asilo, realizaron una evaluación positiva de la etapa piloto del programa de visitas familiares en 2004 y acordaron que debía continuar en 2005. A principios de enero de 2005, el ACNUR, en constante consulta con mi Representante Especial para el Sáhara Occidental, les presentó un nuevo plan de acción para la puesta en práctica de la etapa de 2005.

18. El 3 de febrero de 2005, el ACNUR organizó en Ginebra una reunión de información para los donantes, con la participación de mi Representante Especial, en que varios donantes más expresaron su interés por participar en el programa de medidas de fomento de la confianza. El 20 de marzo, el ACNUR lanzó un llamamiento para sufragar la suma de 3.193.659 dólares a la que ascienden las necesidades presupuestarias del programa en 2005. Una parte importante de ese presupuesto corresponde a las aeronaves, el combustible de aviación, el equipo de enlace telefónico, el funcionamiento de las comunicaciones telefónicas y las necesidades de personal. También se prevén créditos para organizar seminarios con participación de la sociedad civil del Territorio y la comunidad de refugiados. Las contribuciones y promesas de contribuciones recibidas hasta la fecha, por un total de 1.823.509 dólares, permitirán al ACNUR y la MINURSO reanudar el programa de visitas familiares a fines del presente mes, a condición de que haya acuerdo entre las partes interesadas. A ese respecto, el Frente POLISARIO y Argelia, en su calidad de país de asilo, han dado su aprobación al nuevo plan de acción. El 12 de abril el Gobierno de Marruecos informó al ACNUR de su intención de enviar una delegación a Ginebra para seguir debatiendo el nuevo plan de acción.

F. Unión Africana

19. En el período de que se informa, la delegación de observadores de la Unión Africana ante la MINURSO, dirigida por su representante principal, el Embajador Yilma Tadesse (Etiopía), siguió prestando apoyo y cooperación a la Misión. Deseo reiterar mi agradecimiento por la contribución de la Unión Africana.

IV. Cuestiones financieras

20. Por su resolución 58/309, de 18 de junio de 2004, la Asamblea General consignó para la MINURSO una suma de 44.041.200 dólares en cifras brutas, equivalente a 3.670.100 dólares por mes, para el período comprendido entre el 1° de julio de 2004 y el 30 de junio de 2005. El prorrateo de esas cantidades está sujeto a la decisión del Consejo de Seguridad de prorrogar el mandato de la Misión. Si el Consejo decide prorrogar el mandato de la MINURSO más allá del 30 de abril de 2005, el costo de mantener la Misión hasta el 30 de junio de 2005 quedará limitado a las sumas mensuales aprobadas por la Asamblea General. Al 31 de marzo de 2005, las cuotas pendientes de pago para la cuenta especial para la MINURSO ascendían a 48,9 millones de dólares, lo que constituye un motivo de preocupación. Esa cantidad supera el equivalente a los gastos de la Misión por todo un año. El total de las cuotas pendientes de pago para todas las operaciones de mantenimiento de la paz a 31 de marzo de 2005 ascendía a 1.365,9 millones de dólares.

V. Observaciones y recomendaciones

21. La disminución de la retórica negativa y el aumento de los contactos de alto nivel en la región suponen dos tendencias alentadoras. Sin embargo, la mejora general del clima político regional todavía no ha llevado a que se modifiquen las posturas de las partes respecto de la cuestión del Sáhara occidental y la cuestión fundamental del modo en que el pueblo del Territorio puede ejercer su derecho a la libre determinación.

22. Sigo estando preparado para ayudar a las partes a hallar una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable y lamento que esa solución siga estando bloqueada por motivos de sustancia o porque no se utilizan los canales existentes para buscar un terreno común. El estancamiento de este largo conflicto ha dado lugar a que decenas de millares de refugiados saharianos vivan en condiciones deplorables y dependan de la generosidad de la comunidad internacional para sobrevivir. Por consiguiente, espero sinceramente que todos los interesados demuestren la necesaria voluntad política para superar el actual punto muerto, lo que permitirá la reanudación de los esfuerzos de las Naciones Unidas para ayudar a las partes a alcanzar una solución política mutuamente aceptable. Entre tanto, ambas partes deben abstenerse de formular declaraciones exaltadas o adoptar cualquier medida, ya sea jurídica, política o militar, cuyas consecuencias puedan complicar aún más la búsqueda de una solución o causar roces innecesarios.

23. Aunque no se ha infringido la cesación del fuego que ha estado en vigor desde el 6 de septiembre de 2001, y pese a que no hay indicios de que los dirigentes de ninguna de las dos partes tengan intención de iniciar hostilidades, deseo hacer constar mi inquietud sobre la escala de las vulneraciones del acuerdo militar No. 1 expuestas en el párrafo 7 supra. Si bien la frustración resultante de la persistencia del punto muerto político podría haber influido en la disminución del grado de cumplimiento que se ha observado, esa situación no exime a las partes de sus responsabilidades. Por consiguiente, su compromiso fundamental respecto de la cesación del fuego y los acuerdos militares debe ser reforzado y reconfirmado. Por lo tanto, considero preocupantes las últimas declaraciones presuntamente formuladas por los dirigentes del Frente POLISARIO en el sentido de que podría estar "más cerca que nunca" un "regreso a las armas".

24. Como indiqué en mi último informe, ambas partes han explicado a la MINURSO que había sido necesario realizar ciertas actividades para luchar contra la migración ilegal y el contrabando. Esta explicación puede ser indicativa de la opinión de ambas partes de que los acuerdos, que se concertaron cuando esos fenómenos todavía no existían o eran insignificantes, han quedado obsoletos. Si ése es el caso, podría ser conveniente revisar y ajustar los acuerdos. Como indiqué al Consejo de Seguridad en mi anterior informe, la MINURSO se propone estudiar ese asunto con las partes, teniendo en consideración la necesidad de garantizar que el resultado final de toda eventual revisión sea coherente con el principio de que las fuerzas militares deben mantener el statu quo reinante en el momento de la cesación del fuego y que todo ajuste efectuado sea transparente y mutuamente aceptable.

25. A la espera de alcanzar un acuerdo al respecto, incumbe a las partes cumplir en su integridad los acuerdos militares actualmente en vigor. Las exhorto a que lo hagan y les recuerdo que la observancia de sus obligaciones en virtud de los acuerdos no está supeditada al cumplimiento de los compromisos por la otra parte. Cada parte tiene su propia responsabilidad de garantizar el cumplimiento de esos documentos por todas las fuerzas que estén bajo su mando. En ese contexto, no son aceptables las restricciones impuestas a la libertad de circulación de la MINURSO.

26. Por sus resoluciones 1541 (2004) y 1570 (2004), el Consejo de Seguridad me pidió que estudiara modos de reducir el tamaño de la MINURSO. Sigo estando convencido de que ese proceso no sería aconsejable en la presente etapa. Dada la situación imperante sobe el terreno, la MINURSO debería estar en condiciones de proporcionar una respuesta adecuada y garantizar la vigilancia eficaz de la cesación del fuego. Opino que la Misión debería mantenerse, como mínimo, con su dotación actual y que, en vista de la gravedad de muchas de las infracciones descritas más arriba, podría tomarse en consideración su fortalecimiento. Aunque podría volver a dirigirme al Consejo de Seguridad sobre este asunto, en el ínterin se ha iniciado un examen de los procedimientos operativos corrientes de la MINURSO, a fin de seguir mejorando su capacidad en materia de vigilancia y verificación. La Misión también estudia el modo de aumentar su cobertura del terreno con los recursos existentes. Sin embargo, el mantenimiento del régimen de cesación del fuego dependerá en última instancia de que se renueve el compromiso de las partes respecto de sus promesas sobre la cesación del fuego.

27. Por lo que respecta al examen del componente civil, se prevé que en mayo de 2005 un equipo de la Secretaría viaje a la MINURSO para ultimar el examen amplio realizado sobre la estructura y los demás componentes civiles de la Misión. Espero estar pronto en condiciones de informar al Consejo sobre ese asunto.

28. Considero preocupante el posible peligro que corren los civiles que entran en la franja de protección y las zonas restringidas. A ese respecto, son especialmente vulnerables los migrantes ilegales, así como los participantes en manifestaciones públicas. Aunque obviamente los civiles tienen derecho a manifestarse es evidente que son organizados y escoltados para que realicen protestas en la franja de protección, que es especialmente peligrosa y está repleta de minas, frente a las posiciones militares de la berma. Quienes alienten esas manifestaciones deben comprender la responsabilidad en que incurren por someter a civiles a esas arriesgadas circunstancias. En cualquier caso, deben notificarse esas manifestaciones, en particular a la MINURSO, con suficiente anticipación. De lo contrario, habida cuenta de la considerable distancia que separa las bases de operaciones de la MINURSO de las zonas en que tienen lugar las manifestaciones, seguirá siendo muy difícil para los observadores de las Naciones Unidas acudir a tiempo a los lugares de las manifestaciones para verificar las denuncias de ambas partes. En todo caso, la participación de personal militar armado en manifestaciones en la franja de protección constituiría una vulneración del acuerdo militar No. 1. Por consiguiente, los organizadores deben asegurarse de que no se introduzca arma alguna en esa zona y de que ningún manifestante lleve atuendo militar o de tipo militar a fin de eliminar una posible fuente de provocación.

29. El Frente POLISARIO sigue reteniendo a prisioneros de guerra marroquíes. Lo exhorto una vez más a que deje en libertad a todos los prisioneros sin más demora, de conformidad con el derecho internacional humanitario y numerosas resoluciones y declaraciones de la presidencia del Consejo de Seguridad. Al mismo tiempo, pido a Marruecos, y también al Frente POLISARIO, que cooperen plenamente con el CICR en la localización de las personas que todavía están en paradero desconocido a causa del conflicto.

30. Doy las gracias a los donantes que han aportado o prometido contribuciones generosas al programa sobre medidas de fomento de la confianza impulsado por el ACNUR y apoyado por la MINURSO. Considero alentadoras las expresiones de interés de otros donantes que consideran la posibilidad de hacer contribuciones. Espero que puedan reanudarse sin demora las visitas familiares y que sea posible avanzar hacia la organización de seminarios con participación de la sociedad civil del Territorio y la comunidad de refugiados en el transcurso del año.

31. En vista de la situación imperante, sigo creyendo que la MINURSO desempeña un papel imprescindible sobre el terreno y desearía recomendar la prórroga de su mandato por seis meses más, hasta el 31 de octubre de 2005. 32. En conclusión, deseo expresar mi agradecimiento a mi Representante Especial, Sr. Álvaro de Soto, y a los hombres y mujeres de la MINURSO, que siguen trabajando infatigables en condiciones difíciles para cumplir el mandato de la Misión.


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