ENCUENTRO INTERNACIONAL SOBRE EL SAHARA OCCIDENTAL.

ALICANTE 24-28 DE OCTUBRE

HOMENAJE A LUALI

PRESENTACION DEL LIBRO "LUALI: AHORA O NUNCA, LA LIBERTAD"


LUGAR DE COMPRA DEL LIBRO EN INTERNET: Peticiones por correo electrónico a la dirección: slow@mx3.redestb.es

PONENCIA DEL MINISTRO DE LA RASD, EXCMO. SR. BACHIR uld MUSTAFA uld SAYED

 

Queridos amigos:

Quisiera primeramente, en nombre del pueblo saharaui y de su Gobierno, expresar los sinceros agradecimientos al escritor FELIPE BRIONES, a sus colaboradores MOHAMED LIMAM MOHAMED ALI, MAHAYUB SALEK y LUIS BONETE PIQUERAS, por su contribución al éxito del "Encuentro Internacional sobre el Sáhara Occidental, homenaje a LUALI", a la Universidad de Alicante, a la Comisión Cívica, por habernos dado a todos, compañeros y amigos de LUALI MUSTAFA, esta rara ocasión que se expresa en este audaz libro sobre la vida del hombre que desató la revolución saharaui contemporánea y creó su entidad nacional, la República Arabe Saharaui Democrática.

Con el permiso de mis compañeros miembros de la delegación política saharaui y de la Asociación de Alicante, quiero agradecer a todos aquellos que vinieron desde lejos movidos por esta feliz ocasión, la honradez de la convicción y la lealtad al alma del jóven revolucionario , y a la lucidez de los primeros días de la revolución y a la intimidad de los recuerdos imperecederos que los vincularon a nuestro Martir común LUALI MUSTAFA SAYED. Algunos de estos dignos rostros que se encuentran en frente de mí en este momento y otros que pretendo imaginar porque no han podido dar satisfación a este invitación, tienen algunos rasgos del Mártir, recuerdan la finura de aquella melancolía que caracterizaba su voz, ronca por la estrangulación que padece la Patria ocupada... AHMED BABA MISKE, MOHAMED SAID GACHAT, ABDEL-ALI REZAGUI, LEILA BADII, MARTA JIMENEZ, numerosos rostros que, sin duda completan la imagen del Mártir LUALI MUSTAFA SAYED, el revolucionario saharaui y líder de su pueblo.

1º.- ALGUNAS APROXIMACIONES PRELIMINARES.- Me presento a Vds., insignes asistentes con esta ponencia, no como el hermano menor de LUALI MUSTAFA SAYED, sino como uno de los cuadros del pueblo saharaui que acompañaron la revolución, con él y después de él. No dispongo de ninguna ventaja que pueda hacerme aportaros alguna contribución adicional desde esa óptica, pues todas las relaciones con LUALI se circunscribían, incluída aquella de mayor humanismo, a un crisol único que era la pertenencia a un pueblo y el servicio a ese pueblo. No es mi pretensión confiscar el tema motivo de este libro "LUALI: AHORA O NUNCA, LA LIBERTAD", que sin duda contiene los múltiples aspectos de la vida del mártir. Partiendo de ello, así como de la limitación del tiempo, quiero, no obstante, abordar los tres niveles a los que consagró LUALI, lo mejor de sus esfuerzos y de su vida.

2º PRIMER NIVEL: LA ORGANIZACION EN EL PENSAMIENTO DE LUALI. LA BASE DE LA ACCION.- LUALI elaboró su análisis de la realidad saharaui sirviéndose de un enfoque que le permitió aproximarse directamente a los ciudadanos y desmenuzar en conceptos e ideas sociopolíticas todo aquello que afecta a sus vidas como individuos o como pueblo en su globalidad, para al final emitir un juicio valorativo de esta realidad. El juicio será emitido sobre la base de una apreciación rigurosa de los elementos constitutivos de dicha realidad, que la conforman, condicionan y hacen evolucionar. Se trata de la capacidad de penetrar en las causas esenciales, tanto visibles como ocultas, conducentes a esta realidad. Se trata también de abordar vínculos y limitaciones que suman o restan para que la realidad sea tal cual es. Para que los juicios sean conscientes y objetivos, LUALI recomienda que aquellos que los emitan asuman las responsabilidades de ello derivadas y tomen las decisiones que se impongan en concordancia con las convicciones cuya solidez debe de estar consagrada por una conciencia que de ningún modo puede ser adulterada.

Dicha consciencia, responsabilidad y posicionamiento, no pueden ser superfluos en la medida que atañen al destino y a la propia existencia. Estos elementos, incluso si se tratase de un injerto en los juicios de valor, no dejan por ello de ser indispensables para completarse y sin los cuales estos juicios se tornarían vacuos y alejados de la realidad, particularmente si los concernidos están vinculados a ésta que forman parte de ella.

Plantearse las relaciones de este modo supone -si la intención es el empeño de incidir en la realidad-, un conocimiento profundo de la base de la acción, en otras palabras, el pueblo, y ello tras desmenuzar la realidad y sustraer de ella los juicios de valor.

Estar dotado de estos conocimientos fundamentales, en opinión de LUALI, hace posible la evaluación de la base de la acción desde varios ángulos. De entre ellos los más importantes son: la cantidad numérica, el nivel de desarrollo técnico y organizativo, la calidad de la cultura y peculiaridades de la sociedad y la importancia de cada uno de sus elementos de cara a su potencial de evolución en el futuro. Todo ello tomando en cuenta la situación en que se encuentra el pueblo en cuestión, si está en situación normal, o por el contrario, en situación excepcional, si está en paz o en guerra, o refugiado como es el caso del pueblo saharaui.

En este caso existe otro partícipe en la acción y que constituye el causante de esta situación anormal: el enemigo. Como consecuencia, parte del análisis debe de consagrarse al conocimiento de la situación interna del enemigo, su fuerza humana, su estructura económica, sus contradicciones, la naturaleza de sus problemas, su régimen político, sus ambiciones regionales, sus vínculos y alianzas tanto internas como externas.

Conocimientos todos sumamente útiles a la hora de evaluar dicho régimen para conocer sus vulnerabilidades y causarle el daño suficiente, infligirle la derrota y obligarle a conocer lo que ha estado negando hasta entonces. Lógicamente, el instrumento necesario requiere la existencia de un pueblo organizado, cohesionado, capaz y respetado en su Patria. El camino para llegar a estos objetivos pasa por la autoconstrucción a todos los niveles, humano, material, organizativo e intelectual.

La interrelación de todos estos elementos es lo que determina el resultado final. Hace más cercana o más lejana la posibilidad de la victoria, así como el éxito en el cambio de la realidad que se rechaza y el desarrollo de la personalidad que se quiere forjar, la cual necesita, de modo inexorable, el sustento de un régimen popular y democrático que emane realmente de la base y voluntad populares.

Este tipo de organizaciones constituye para LUALI la vía ineluctable para progresar. Si este organización se encuentra incapaz de evolucionar conforme lo que vaya imponiendo el tiempo en todas sus dimensiones y alcances, se verá en una situación de impotencia difícil de superar. Por ello, se hace necesario el prevenir este peligro y evitar el caer en él, ya que volver a recuperar el tiempo y el ritmo perdidos será muy difícil y el precio a pagar muy alto. En su condición de organización de vanguardia debe de hacerse recurso a la teoría y a la práctica para prevenir esos horizontes de riesgo y trazar caminos y vías alternativas, teniendo en cuenta que la misma realidad nacional lleva a veces dentro de ella misma los gérmenes de los horizontes de riesgo. Todo empeño por mejorar una realidad exige de quienes se comprometan en el cambio, la asunción de responsabilidad que ello requiere.

Estos sectores de a sociedad comprometidos son, según el Mártir LUALI, la base popular y los cuadros dirigentes y determinó la relación entre estos dos sectores como una relación de complementariedad en los roles, en el reparto de la carga de las tareas de la revolución, según sus potencialidades cuantitativas y cualitativas.

Todo pueblo que no tenga otra existencia que la de ser un bloque unido pero con un alto grado de conocimiento y determinación puede hacer frente a toda situación que se interponga en su camino. Las pruebas y dificultades del camino no hacen más que consolidar su capacidad de superarlas.

Este pueblo o bloque unido está llamado a la acción revolucionaria aunque no posea consigo todas las condiciones o factores para dicha acción. Sólo el desencadenamiento y la perseverancia en la acción le llevarán necesariamente a obtenerlas. La acción revolucionaria, como indica su propio nombre, es acción y no reacción. Es la iniciativa y no la espera. Por su propia naturaleza revolucionaria, significa que se debe de partir sin tener todos los medios, ya que éstos no llegan siempre con la frecuencia deseada. Se parte siempre desde un desequilibrio respecto a las fuerzas y a los medios que tiene el enemigo.

Las circunstancias de atraso social y todo lo que conllevan de dispersión y de orfandad política, no le permiten alcanzar los logros que consiguió como pueblo unido con una sola convicción y con un mismo objetivo que no tolera la separación ni la disgregación. Pero el hecho de ser un solo pueblo con un solo objetivo no significa que los individuos no tengan derechos como tales, en tanto que componentes que conforman ese pueblo.

La dimensión de las adquisiciones y la fuerza de su cohesión para lograrlas frente a un enemigo numérica y materialmente superior, exigen de ese pueblo, además de estar unido y cohesionado, contar con una especificidad extraordinaria, no sólo para equilibrar ese enemigo sino sobre todo para obtener la victoria. Esta especifidad es la fuerza de la organización que pueda asegurar ese grado de determinación. El contacto permanente con la base popular, para explicarle y discutir con ella las ideas es una de las condiciones que LUALI exigía a los cuadros de vanguardia, porque de las capacidades de estos cuadros depende en gran medida la reunión de las condiciones de la acción y la victoria final. Al tratar la cuestión de la vanguardia, LUALI distingue dos categorías:

a) Un sector compuesto por aquéllos que han caído en el abatimiento y la resignación deshaciéndose así de la carga (la carga y responsabilidad que acompaña a toda revolución), dejándola caer sobre la base popular.Este sector es más conocido por el oportunismo que lleva a explotar yvivir a costa de los logros populares que habían costado sangre yesfuerzo en la lucha. Dentro de esta categoría, LUALI incluye a los quesimplemente no tienen ya energías para seguir soportando el peso de lamarcha. Esto quiere decir que los cuadros de una etapa pueden no servirpara otra posterior.

b) Un sector que mantiene la posición de vanguardia, y que no hace dela participación y entrega entusiasta de la base popular una razón parano asumir la responsabilidad de la craga. Son aquellos cuadros que dansin esperar recibir. Sin embargo, LUALI considera que estos dos sectores de la sociedad -base y vanguardia-, no pueden vivir cerrados en sí mismos, y al mismo tiempo que todo cuadro que haya retirado de la militancia puede llegar a retornar a ella, así como a reconocer que la dirección de vanguardia es el lugar natural del cuadro de base, capaz y capacitado. En conclusión, LUALI, en su empeño de formar y crear cuadros organizativos consiera positiva la relación dialéctica entre
(1) la base popular en su capacidad de cohesión en el marco de una entidad única que es el pueblo y
(2) la vanguardia, en su ejemplaridad y su exacta apreciación de la totalidad de los aspectos del conflicto con el enemigo y de sus flancos vulnerables para poder cosechar victorias que, a su vez, abonarían el terreno para nuevos y mayores logros.

3º SEGUNDO NIVEL: LA ACCION MILITAR, INSTRUMENTO DE LA ACCION NACIONAL.- Tanto en sus encuentros con la base popular como con los cuadros, LUALI insistía de manera permanente sobre el hecho de que la realidad en que fue arrojado el pueblo saharaui es injusta y humillante y que debe de ser rechazada. Este rechazo debe de venir a través del medio más contundente: el combate. Insistió mucho en la necesidad de la asunción del concepto del sacrifico supremo, ya que la usurpación de un derecho, como es el de la libertad, puede exigir el consentir ese sacrifico si se quiere recuperar.
En opinión del Mártir la acción combativa tiene que ser una acción nacional organizada, exenta de toda improvisación y espontaneidad, lo cual sólo se logrará con la creación de la institución del Ejército de Liberación Popular Saharaui (ELPS). Consciente de la prioridad y de la delicadeza de este aspecto, insistió, desde el principio, en estar en las primeras filas, en las líneas más arriesgadas. El azar quiso que LUALI estuviese a la cabeza de la primera acción militar del Frente Polisario en la que cayó prisionero. Así mismo dirigió su última operación en la que caería en el combate, escribiendo así hasta su último respiro una página de singular abnegación y entrega sin límites a la causa nacional.

a) LA OPERACION DE "EL JANGA": A diez días de la creación del Frente Polisario, la operación de "El Janga" desencadenó el combate armado que LUALI calificó de combate de las generaciones saharauis venideras. LUALI reflexionó mucho en la determinación del lugar de la acción, con el objetivo de garantizar el éxito, partiendo de la convicción de que el éxito de la primera acción determinará en gran medida la evolución posterior. Quiso que el lugar fuera el puesto colonial de "El Janga" por las siguientes razones:

El éxito de LUALI y del grupo que le acompañaba en el ataque y la ocupación del puesto y la captura de sus moradores fue muy decisivo para el estudio y reconocimiento del despliegue de las posiciones del enemigo en el terreno. Así se inició la larga marcha de un combate de liberación que llevaría a LUALI, en otras circunstancias, a dirigir la batalla de NOUAKCHOTT.

b) LA OPERACION DE NOUAKCHOTT: ¿Porqué Nouakchott y no Casablanca o Rabat?. ¿Porqué Nouakchott, el punto más distante desde las bases del ELPS?. Desde el anuncio de los acuerdos tripartitos de Madrid y el emplazamiento del pueblo saharaui entre dos tenazas, LUALI hizo una evaluación correcta de la situación, midiendo las capacidades y debilidades de las fuerzas presentes, no sólo de la alianza enemiga, sino también y sobre todo de las propias y el peso de cada una en el conflicto. Decidió, sobre esta base, concentrar el grueso del esfuerzo militar en el frente mauritano, por considerarlo el eslabón más débil de la alianza enemiga, neutralizarlo tan pronto fuera posible, para poder así consagrarse por entero a la parte marroquí que por sus condiciones estaba mejor dotada para resistir. Por ello, desde otro lado, forzar una desintegración de la alianza colocaría a la cobertura moral y política francesa, que utilizaba Mauritania como pretexto público, en una situación difícil. La otra razón para este planteamiento estratégico era de orden diplomático. El bloqueo informativo impuesto a la causa saharaui, la timidez balbuceante de las instancias internacionales y la propagación de la tésis marroquí del "dossier archivado", hacían que una acción militar de grandes dimensiones fuese un verdadero imperativo diplomático. La elección cayó sobre la capital mauritana.

No se trataba de causarle una pérdida material al enemigo mauritano, sino una derrota moral y hacer una demostración de fuerza y capacidad del Frente Polisario para poner en tela de juicio la situación del hecho consumado mauritano-marroquí en el Sáhara Occidental . Tras el ataque, quedaban dos opciones para Mauritania. O desistir de la alianza, o ver cómo se iba a consumar la ocupación militar marroquí del país y caer enconsecuencia en lo que quería evitar con el reparto del Sáhara. Afrancia le correspondía, como instigadora de la implicación mauritana enel conflicto, decidir entre intervenir para defender Mauritania opersuadirla para que se retirase de la alianza. En conclusión, si laorganización nacional revolucionaria significa la autoconstrucción comobase de toda acción nacional con vista a la emancipación, la acción militar es el mejor exponente de la fuerza que simboliza la subjetividad organizada y por ello se convierte en el instrumento primero de la vía de emancipación. El reconocimiento exterior de la justeza de la causa saharaui es el corolario de esa realidad.

4º TERCER NIVEL: LA ACCION DIPLOMATICA.- Desde su época de estudiante, LUALI consideró sinceramente que las aspiraciones del pueblo saharaui a la libertad serían apoyadas por las organizaciones progresistas existentes en Marruecos y Mauritania. LUALI considera que los tres pueblos son víctimas, o bien de una colonización extranajera, como es el caso del pueblo saharaui, o bien de regímenes antipopulares aliados de potencias coloniales, como es el caso de los pueblos marroquí y mauritano. Pero conforme avanzaba el tiempo y conforme el pueblo saharaui consentía mayores sacrificios en la lucha, dichas organizaciones progresistas hiciern retroceder sus posiciones hasta confundirese con los propios regímenes respecto de la causa saharaui. Esto fue los que llevó a LUALI a decir que las esperanzas anteriormente depositadas en esas organizaciones se habían disipado. En su último discurso, pronunciado el 20 de mayo de 1976, dijo "..., las organizaciones revolucionarias de Marruecos se han puesto al servicio del régimen, sus líderes revolucionarios llevan las maletas del Rey, apoyan al régimen en su invasión y ocupación del Sáhara Occidental, apoyan la ocupación de nuestro país y la expulsión de nuestro pueblo fuera de su Patria hacia el exilio".

Esta posición de las fuerzas progresistas mauritanas y marroquíes, más el drástico cambio de la política de España, rompiendo sus compromisos respecto al Sáhara Occidental, fueron factores que incideron profundamente en el pensamiento de LUALI. De allí que organizar la resistencia, infundir moral y motivación al pueblo saharaui en esa situación de cerco, fue el gran desafío de LUALI. Esta situación impuso al pueblo saharaui, reducido numéricamente, limitado en recursos y en experiencia, la prueba más difícil de su historia. Se imponía a ojos de LUALI un esfuerzo decidido para garantizar alianzas que apoyaran moral y materialmente a la revolución. Argelia y Libia, por concurrencia de varios factores, se convirtieron en ese escudo histórico. No es excesivo decir que todas las fases posteriores de la lucha del pueblo saharaui fueron influidas por este hecho. La tenacidad del Martír y líder saharaui en crear este frente fue un hecho histórico. Las dos capitales fueron para él el puente político e informativo para llegar a todos los confines del mundo, particularmente en tres esferas:

1º.- Imponerse como una fuerza real sobre el terreno y hacerlo patente ante los países cuyo apoyo se quiere obtener. De ello se deriva que todo apoyo proveniente de este fundamento viene otorgado por el respeto y consideración a una realidad que se impone sobre el terreno, Este factor es lo que él llama recurso material para convencer a potenciales aliados.

2º.- Explicar y hacer entender la realidad que rodea el conflicto, tanto en su manifestación latente como en su posterior evolución hacia un destino irrevocable. En la medida en que la causa sea justa todo lo que rodea o condiciona a dicha causa puede ser explicado de forma favorable a la misma. Al mismo tiempo, esta explicación viene facilitada por otro factor, que es el hecho de que hay países y fuerzas que buscan su apoyo en una causa en función de principios. Para ellos, la existencia de una causa justa es una razón indiscutible para su apoyo. Llegar a este objetivo depende en definitiva de la fuerza de la persuasión y de la convicción en la explicación y de energía y de la eficacia con que se hace frente, en el lugar y el momento oportuno, a la propaganda del enemigo contra esa causa. El tercer nivel se relaciona con la acción diplomática cuyo objetivo es convencer al mundo de la legitimidad de la causa saharaui hasta lograr el reconocimiento mundial de la misma. Ese sería el resultado final de la acción nacional en todas sus manifestaciones.

LUALI, 20 AÑOS DESPUES.

1º En la historia de los dirigentes y de las vanguardias políticas existen símbolos sobresalientes que constituyen una minoría y alcanzan casi la perfección en el campo de la experiencia práctica. Esta perfección es tanto más posible si el factor tiempo coadyuda para enriquecer esa experiencia y dotar al líder de la habilidad y conocimientos necesarios para librar cualquier batalla política, social o militar. El caso de LUALI sobresalió porque se impuso al tiempo. Ello demuestra que el ser humano posee ilimitades potencialidades, sobre todo cuando se está comprometido con una causa.

2º.- LUALI, que en paz descanse, vivió desde el interior las penalidades de su pueblo, las penalidades de la miseria material pese a los enormes recursos que encierra el susuelo saharaui. Vivió las penalidades de la humillación pese a la altivez y orgullo saharauis. Vivió los detalles del destino que se tramaban en círculos extranjeros para el pueblo saharaui. Vivió la vida de un pueblo cuya muerte estaba planificada. Por eso, cuando proclamó la revolución lo hizo con la expresión de un profundo rechazo a la injusticia y a la miseria.

3º.- Nunca pretendió para él o para el FRENTE POLISARIO que la revolución se trataba de un hecho al márgen de la historia, como un acto extraordinario. Pensó siempre que se trataba de un resultado de las etapas anteriores al combate saharaui, particularmente de su fase última representada por el movimiento de liberación saharaui y su líder Sidi Brahim Bassiri.

4º.- Tenía enorme capacidades de crear la historia y de cambiar el curso de los acontecimientos en una perspectiva de largo alcance. Logró cambiar la desolación y el pánico que asolaron a los refugiados huyendo de los bombradeos de napalm y fósforo blanco, en victoria, alegría y desafío al proclamar el nacimiento de la RASD.

5º.- No conoció la autoridad desde su acepción de trono situado en lo alto o como una gestión de los asuntos desde una torre de marfil. Laentendió como una consagración sin límites y como una orientación desde el interior.Y ahora, trastodos estos últimos años, duerme la viuda de guerra envuelta en el pánico de la última noche, se interpelan los heridos y escriben los niños de la guerra una pancarta con cera verde en los dorsos de sus carpetas aquél verso árabe:" El heroísmo exige que extendamos nuestros cuerpos, como puentes y decir a nuestros compañeros que atraviesen".

GRACIAS.


Traducción y transcripción: Luis BONETE PIQUERAS.

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