COORDINADORA ESTATAL DE ASOCIACIONES SOLIDARIAS CON EL SAHARA
Por la Descolonización y la Independencia del Sáhara
NOTA DE PRENSA
CEAS-Sáhara condena los acuerdos militares con Marruecos y
advierte de la cobertura de España a los planes para consolidar
la ocupación ilegal
La Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara
(CEAS-Sáhara) desea hacer público el siguiente
comunicado:
La reciente decisión del Gobierno español de autorizar el
rearme del ejercito marroquí mediante contratos que ascienden a
un total de 200 millones de euros es un hecho de extrema gravedad, que
deja al descubierto su hipócrita política en
relación al Sáhara Occidental, en donde se pliega a los
intereses de Marruecos, fortalece su régimen autocrático
y, en contra de las resoluciones de la ONU, alienta el mantenimiento de
la ocupación ilegal de un territorio que sigue pendiente de
descolonización.
Desde CEAS- Sáhara queremos CONDENAR dicha política de
acuerdos militares con Marruecos y HACER UN LLAMAMIENTO URGENTE a la
opinión pública española, a sus instituciones y a
sus organizaciones políticas y sindicales, y al propio Gobierno
de España, para que se paralicen de inmediato dichos contratos
militares, ya que constituyen un desafío a la paz y la seguridad
en toda la región.
Además, queremos ADVERTIR de la cobertura que desde el Gobierno
español se está brindando a los planes del Gobierno
marroquí para consolidar su ocupación ilegal del
Sáhara Occidental mediante un plan elaborado al margen de las
resoluciones sobre descolonización establecidas por la ONU y la
UA, DENUNCIAR cualquier propuesta en la que no se respete el ejercicio
del derecho de autodeterminación conforme a dichos principios,
que obligan a un referendum en el que, necesariamente, una de las
opciones sea la de la independencia. Cualquier plan que no parta de
dicha base estará abocado al fracaso y al estancamiento, pues no
hará mas que alargar el conflicto al alejarlo de una
solución política justa y duradera, incrementando la
tensión en la zona y el sufrimiento de unos y otros.
Las reiteradas declaraciones del Gobierno español en favor del
entendimiento entre las partes o las recientes manifestaciones del
ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, sobre el
respeto del derecho a la autodeterminación de los saharauis no
pueden ocultar que, lejos de la neutralidad que tantas veces proclama,
el Gobierno se ha inclinado por rearmar al Ejército
marroquí ante la posibilidad de un guerra en el Sáhara,
así como por fortalecer la impunidad de Marruecos en un
territorio en el que, según las resoluciones de la ONU,
España no ha dejado de ser formalmente la Potencia
Administradora.
Durante más de 30 años, Marruecos ha incumplido
sistemáticamente las resoluciones de la ONU sobre el
Sáhara Occidental, se ha burlado descaradamente de la comunidad
internacional al negarse a aplicar acuerdos que anteriormente
había firmado y cada día viola los Derechos Humanos al
detener, torturar y encarcelar a saharauis cuyo único delito es
reclamar que se respete la legalidad internacional. Y todo ello lo
sigue haciendo con la complicidad de España.
Es una vergüenza que este Gobierno haya estado engañando a
la opinión publica respecto a su verdadera política en el
conflicto del Sáhara; que diga una cosa y haga otra, y que nunca
haya abierto la boca para exigir que se celebre el Referéndum de
autodeterminación, que fue la condición previa para el
alto el fuego de principios de los años 90 y cuya
organización era el principal objetivo de la Misión de
Naciones Unidas para un Referendum en el Sáhara Occidental
(MINURSO).
Pero lo peor no es que el Gobierno mire para otro lado ante la
celebración de dicho referendum, sino que cada vez aparece
más clara su voluntad de que éste no se celebre,
prestando solapado respaldo a la voluntad marroquí de convertir
el problema del Sáhara en un problema de Derecho Interno y al
margen de la doctrina de la ONU sobre el territorio de los
últimos 40 años.
MURO DE LA VERGÜENZA
Al abandono que de forma bochornosa se efectuó en 1975 de
quienes legalmente eran nuestros conciudadanos, parece sumarse ahora un
no menos bochornoso entendimiento con Marruecos respecto a un
territorio que ocupa por la fuerza, en el que sostuvo durante cerca de
15 años una guerra de agresión y en el que, junto a la
vulneración de los Derechos Humanos más elementales, se
mantiene como testimonio la barbarie un Muro de la Vergüenza y la
Intolerancia de varios miles de kilómetros que divide a las
familias y la población en dos partes.
Marruecos es un país en conflicto permanente, con inmensas
carencias democráticas y un complicadísimo equilibrio
interno, denunciado por las más diversas organizaciones
defensoras de los Derechos Humanos y que, además, también
mantiene reivindicaciones territoriales con todos sus demás
vecinos. Es intolerable que, en estas circunstancias, a nuestro
Gobierno no se le haya ocurrido otra cosa que fortalecer su capacidad
ofensiva, primando con ello su impunidad e intransigencia y perturbando
los esfuerzos de paz desplegados por la Comunidad Internacional.
Madrid, 12 de febrero de 2007
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