27.02. 1976
27.02.2006

COMUNIDADES SAHARAUIS: MÁS DE TREINTA AÑOS DE LUCHA Y VULNERACIÓN DE SUS DERECHOS

 Francisco José Alonso Rodríguez
Presidente Nacional Liga Española Pro Derechos Humanos

Desde hace más de treinta años, las comunidades saharauis han tenido que convivir en un medio de agresión y violencia, situación que atenta hasta la fecha contra sus derechos fundamentales y contra la dignidad de cada hombre, mujer, niño y niña que habita en el Sáhara Occidental.

La zona del Sáhara Occidental o República Saharaui, cuya capital es El Aaiún se ubica en el continente Africano limitando al Norte con Marruecos, al Este con Argelia, al Sur con Mauritania y al Oeste con el Mar Atlántico. Cuenta con una población de más de 1.000.000 de habitantes (hasta 1994 aproximadamente) y una superficie de 280.000 Km2. Los idiomas oficiales son el árabe y el español como segundo idioma y también se suele hablar hassania. Su religión es el Islam. Posee una de las mayores reservas pesqueras del mundo, pero su principal riqueza es minera.

Su posición geográfica y la riqueza de su suelo, han hecho del pueblo saharaui una zona de disputa territorial y política desde el siglo XIX con la ocupación de España hasta 1975, las invasiones de Mauritania hasta 1979 y la de Marruecos hasta la fecha.

La usurpación del territorio saharaui y el sometimiento de sus habitantes por parte de los Estados invasores y sus ejércitos, ha ocasionado la revolución armada traducida en un conflicto armado entre las partes, siendo el Frente Polisario conformado en 1973 el grupo armado saharaui más representativo en su lucha por la autodeterminación.

Con el abandono precipitado de España a esta colonia en 1975, Marruecos reclamó su soberanía sobre la zona, pero la Corte Internacional de Justicia declaró la solicitud inválida. Sin embargo, el rey marroquí Hassan II organizó la llamada "Marcha verde" sobre el Sáhara, con el objeto de presionar la revocatoria de la decisión de La Haya.

Un año después del fin de la presencia española, el 27 de febrero de 1976, se conformó la nueva República Saharaui en un punto del desierto ubicado en Saguia El Hamra, a pocos kilómetros de la frontera con Mauritania.

Los avances militares del Frente Polisario posibilitaron, en el mes de julio de 1980, un éxito diplomático en la conferencia cumbre de la entonces OUA, en Freetown. En esa ocasión, veintiséis países africanos anunciaron el reconocimiento de la RASD como representante legítimo del pueblo saharaui. Y cuatro meses más tarde fue la ONU quien pidió la retirada de Marruecos del Sáhara. Entre 1980 y 1981, cincuenta países mantenían vínculos diplomáticos con la RASD.

La RASD fue aceptada en noviembre de 1984 como miembro pleno de la OUA. Marruecos se retiró de la organización, como había anunciado en 1985. El 14 de noviembre de 1985 el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas reconoció los derechos a la autodeterminación del pueblo saharaui.

Desde el comienzo de la guerra, las Naciones Unidas se empeñaron en establecer mecanismos de negociación entre el Frente Polisario y Hassan II, con el apoyo de Argelia. En 1988 se conformó un plan de paz para la zona, en donde el Senado de los Estados Unidos declaró el no reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. A partir de este momento, Marruecos y los dirigentes del Frente Polisario aceptaron la realización de un referéndum en el Sahara para que la población local optara entre la independencia y la anexión a Marruecos.

En julio de 1990, en Ginebra, representantes de Marruecos y el Frente Polisario debatieron un código de procedimientos para realizar el referéndum. "La dificultad mayor fue definir quiénes serían los votantes. El último censo de la población del Sahara data de 1974 y Marruecos quería que su personal en la zona ocupada fuera autorizado a votar. Ambas partes estaban de acuerdo en que la ONU tuviera el control "único y exclusivo" de la votación, del escrutinio y del anuncio de los resultados".Las partes también acordaron el cese de hostilidades para la celebración del referéndum.

En los meses siguientes, Rabat continuó la instalación de miles de ciudadanos marroquíes en territorio saharaui, para acreditarlos como votantes; violó en varias ocasiones el cese del fuego y creó obstáculos a la labor de la prensa internacional. También prohibió el ingreso de observadores internacionales mientras recrudecía la represión contra los saharauis y desarrolló una intensa campaña propagandística en la que el referéndum era considerado la confirmación de la pertenencia del Sáhara a Marruecos.

La MINURSO fue encargada de confeccionar el padrón electoral basándose en el censo de población de 1974. Esto implicaba que una cantidad indeterminada de saharauis no podrían votar pero, como contrapartida, los inmigrantes marroquíes posteriores a 1976 serían excluidos del referéndum. Los saharauis en edad de votar que se encontraban en campos de refugiados en Argelia serían trasladados desde los campamentos hasta sus poblados de origen.

En diciembre de 1991 renunció el representante especial del secretario general de la ONU en Sahara Occidental, Johannes Manz, lo que evidenció las dificultades que enfrentaba el cumplimiento del plan de descolonización.

En enero de 1992, fecha prevista para la realización del referéndum, la MINURSO estaba lejos de cumplir el programa de identificación de votantes y el plan de repatriación de saharauis no pudo ser completado. Mientras tanto, en Sáhara permanecían asentados 60 mil soldados marroquíes.

El Frente Polisario acusó a Marruecos de violar el cese del fuego mediado por la ONU. La capital, El Aaiún, y Smara estaban prácticamente cercadas por el ejército marroquí.

Hasta la fecha, y luego de grandes esfuerzos por obtener la autodeterminación del pueblo saharaui, la comunidad internacional no ha logrado aún ningún resultado efectivo y Marruecos sigue tratando de obstaculizar la realización del referéndum, convencido, según numerosos observadores, de que el tiempo jugaba en su favor. Mientras tanto, cerca de 200.000 saharauis permanecen en campos de refugiados en la región de Tindouf, una zona desértica de Argelia, próxima al Sáhara Occidental, en donde el Polisario ha organizado escuelas y otros servicios.

De esta manera, hoy, luego de 30 años de reivindicación de sus derechos las comunidades saharauis y aquellas organizaciones que trabajamos desde la sociedad civil para contribuir mediante una lucha pacífica por su autodeterminación y la obtención de condiciones dignas de vida, hacemos un llamado activo a la comunidad internacional, al Gobierno Español y al Reino de Marruecos, para que de una vez por todas cesen las agresiones en el territorio garantizando así, su derecho a la vida, a la libertad, a la igualdad y la seguridad, base fundamental de todo ser humano.

Francisco José Alonso Rodríguez
Presidente Nacional Liga Española Pro Derechos Humanos

21.02.06


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