OPINION

 

CARTA ABIERTA A LOS PRESOS POLÍTICOS SAHARAUIS

Salka Embarek

 

Queridos amigos, amados compañeros,

quiero que sepais que estoy presa y tengo hambre. Una suerte de barrotes se yerguen contra mí, como cuerpos acorazados que aumentan en número por cada día que pasan nuestros sueños en reclusión. Mi cárcel no es fisica como la vuestra, pero de igual forma coarta mi libertad aunque no mi esperanza.

En esta situación me encuentro desde que he sabido, que habeis sido detenidos, secuestrados, maltratados, torturados y condenados, en esta situación seguiré estando mientras vuestros cuerpos sigan sufriendo la agonía de una huelga de hambre razonada en vuestro derecho a ser libres, a ser respetados por vuestras ideas y justas reivindicaciones.

Queridos amigos, amados compañeros,

mi corazón se estremece al pensar en vosotros. Os veo con los ojos cerrados, la boca cerrada, el cuerpo cerrado y abiertas vuestras heridas. Sobre ellas deposito mis manos, las mismas que ahora me ayudan a interpretar mi tristeza y que desearían ser pan y milagro, agua y verde para aliviar vuestro dolor, mi dolor.

Sois los patriarcas de la libertad, portavoces de la independencia, vosotros sois la espiga naciente que crece segura de sus semillas por entre las rendijas resecas de la cárcel. Yo quisiera ser semilla también y brotar en el pensamiento de aquellos que nos dan la espalda porque se saben responsables de nuestro dolor, a ellos les advierto de su inconsciencia y les reto a enfrentar sus armas de poder contra nuestra verdad.

He necesitado leer muchos libros y dedicar largas horas al estudio, para comprender el cínico lenguaje de los opresores, ése que habla de democracia y apertura utilizando la violencia policial para aplacar cualquier intento de expresión del pensamiento y manifestación pacífica de la voluntad. Estais luchando por una libertad merecida y reconocida desde vuestra constitución como pueblo, y a pesar de la presión ejercida por cientos de pueblos del mundo que creen en nuestra causa, los tiranos no entienden aún, que su negativa los acorrala en un callejón sin salida, porque la victoria de la justicia está de nuestro lado y está cerca el momento en que seremos libres y podremos decidir nuestro futuro.

El tiempo pesa en cada gesto, tanto como nuestra esperanza y nuestra ferrea moral que se fortalece y crece ante la adversidad. Estoy segura y es cierto, que nuestro camino nos lleva inexorablemente a la victoria, porque nuestra lucha no es nueva, ni vieja nuestra pasión, al contrario que la de nuestros opresores, que se mantienen sospechosamente bien planchada durante años, en una apariencia engañosa y débil cargada de coránicas cantidades de despropositos.

No es posible tapar el sol con un dedo, ni maquillar la verdad evitando la realidad. Nuestro camino es recto y ya está trazado, hemos quemado nuestras naves y no cejaremos en nuestro empeño por lograr nuestra independencia, a ellos tan solo les queda claudicar.

Queridos compañeros, no estais solos, no estamos solos, a nuestro lado caminan todos los hombres y mujeres de buena voluntad que creen en un mundo mejor y trabajan diariamente para que vuestro sacrificio sea reconocido por todos los ciudadanos de la tierra.

Os escribo con la segura esperanza de que esta carta será pronto un capítulo a recordar en la historia de nuestra lucha porque no pasará mucho tiempo en que podamos volver a vernos y construir juntos el futuro de nuestra nación.

Por un Sáhara libre.

Salka Embarek.


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