OPINION

LA INDEPENDENCIA DEL SÁHARA:

ÚNICA SOLUCIÓN PARA LA ESTABILIDAD DEL MAGREB

Carlos Ruiz Miguel
Catedrático de Derecho Constitucional
Universidad de Santiago de Compostela (España)

1. ORIGEN Y CAUSAS DE LA OCUPACIÓN DEL SÁHARA Y DE LA INESTABILIDAD EN EL MAGREB.

Hace 26 años, Hassán II consiguió conjurar las gravísimas amenazas que amenazaban su trono mediante la invasión del Sahara Occidental. Aunque a menudo se diga que tal ocupación fue "pacífica", lo cierto es que se trató de una invasión militar en toda regla pues conviene recordar que mientras en la frontera noroccidental del territorio entraban en el Sahara los integrantes de la "Marcha Verde", en la frontera nororiental lo hacía el Ejército marroquí matando a cuanto saharaui se interponía en su camino de muerte. Con aquella operación, diseñada por los Estados Unidos (aunque Hassán dijera que se la inspiró Alá en un sueño), se consiguió el objetivo de dar a su régimen un triunfo exterior que permitió silenciar la oposición interior. Sin embargo, aquella "solución" se demostró un fracaso. ¿Por qué? Por varias razones. La primera es que Hassán, en lugar de aprovechar tan favorable situación para acabar con las causas internas de la inestabilidad interna de su régimen y poder impulsar a su país hacia el futuro, lo que hizo fue agravar aún más todas esas causas de la inestabilidad interna y además crear un foco de inestabilidad externa.

1.A. Las dos grandes causas internas de la inestabilidad política de Marruecos eran la tiranía y la corrupción. Ambas no hicieron sino agravarse tras la entrega del Sahara.

1.A.a. En primer lugar, la tiranía política. En efecto, con la entrega (que no "devolución" como ha dicho algún columnista español, pues nunca Marruecos lo poseyó antes) del Sahara, Hassán acentuó más, si cabe, su política criminal (torturas, "desapariciones" y represión) ensañándose de forma sádica muy en especial (aunque no únicamente) con los opositores saharauis. El nuevo triunfo exterior también le permitió ejercer su sadismo con los opositores internos marroquíes que se pudrían en cárceles secretas de triste recuerdo. Ni qué decir tiene que el fraude sistemático y masivo de las "elecciones" que se celebraban en Marruecos no mereció el más mínimo reproche en Occidente, lo cual no pudo dejar de animar al Rey a continuar con estas prácticas.

1.A.b. En segundo lugar, la corrupción. En la nueva situación Marruecos recibió cuantiosas ayudas económicas de sus aliados para afrontar la guerra del Sahara así como apoyo político para recibir ingentes cantidades de España, Francia y la Unión Europea en concepto de "ayudas". Es notorio que de toda esta inmensa cantidad de dinero una buena tajada fue a parar a los bolsillos del Rey, mientras el pueblo se empobrecía aún más. Y todo ello por no hablar de la pavorosa corrupción moral del Rey, de sus depravaciones sexuales, de sus gustos por el sadismo, etc.

1.B. Junto a estas causas internas de inestabilidad, la ocupación del Sáhara es producto y causa de generadora de inestabilidad externa en la región.

1.B.a. La ocupación del Sáhara es una consecuencia más de una causa que es la ambición expansionista de Marruecos. Ha sido Marruecos y únicamente Marruecos el único Estado del noroeste africano que ha iniciado guerras de agresión contra sus vecinos o ha defendido políticas agresivas frente a los mismos. Además de la ocupación del Sáhara, Marruecos ha causado conflictos con España, con Mauritania y con Argelia.

En primer lugar, contra España, en la guerra de agresión del Ifni-Sáhara de 1957-1958 en la que intentó anexionarse el Ifni y el Sáhara. En la crisis de 1975 que condujo a la ocupación del Sáhara. En el 2001 en que reivindica como propias las aguas de la zona económica exclusiva y de la plataforma continental española en Canarias con un argumento que anticipa una futura reivindicación territorial sobre todo el Archipiélago: las Canarias emergen de la plataforma continental marroquí.

En segundo lugar, contra Mauritania. La guerra de 1957-1958 se intentó también para anexionarse Mauritania. Poco después, cuando Mauritania accede a la independencia en 1960, Marruecos se niega a reconocer a Mauritania como Estado independiente CON LOS MISMOS ARGUMENTOS UTILIZADOS PARA REIVINDICAR EL SÁHARA. Como ahora, entonces Marruecos se opuso a reconocer el derecho de autodeterminación a Mauritania. Cuando en 1999 ¡en 1999! el secretario de Estado de Exteriores mauritano se pronunció en la OUA a favor del reconocimiento de la RASD, el semanario cercano al poder "Maroc-Hebdo" publicó un artículo atacando la existencia del Estado mauritano independiente y reiterando los viejos argumentos de que era un territorio marroquí.

En tercer lugar, contra Argelia. En 1963, Marruecos emprendió una guerra de agresión contra Argelia, la "guerra de las arenas" para anexionarse toda la franja suroccidental de ese país (la región en la que están Bechar y Tinduf) por considerarlo territorio marroquí. Marruecos aún no ha reconocido esas fronteras. Cuando a principios de 2002, se publicó la propuesta de partición del territorio, la prensa oficiosa del régimen marroquí ("Le Matin du Sahara et du Magreb" y "Maroc-Hebdo") publicaron sendos artículos reivindicando ¡en 2002! esas zonas de Argelia.

La culpabilidad marroquí en el origen de la inestabilidad regional magrebí se encuentra fuera de duda. Las pruebas son abundantes.

En primer lugar, cuando Marruecos firma, como miembro fundador, la Carta de la OUA hace constar su reserva al principio de intangibilidad de las fronteras heredadas del colonialismo. Es la prueba documental de que Marruecos, y sólo Marruecos es el factor de desestabilización máxima en la región.

En segundo lugar, Marruecos se ha cerrado a sí misma las puertas a cualquier solución de compromiso rechazando cualquier solución distinta de la anexión. Y lo que es mucho más grave: en su reacción histérica ha sacado a la luz lo que durante tantos años ha tratado de ocultar: que la anexión del Sahara no es sino un elemento del proyecto imperialista marroquí del "Gran Marruecos" que afecta también a España (Ceuta, Melilla e islotes, además de las aguas, la plataforma continental y aun la propia tierra firme del archipiélago canario) y a Argelia (Bechar, Tinduf). La resurrección del proyecto imperialista del "Gran Marruecos" no puede sino provocar lógica preocupación.

La radicalización marroquí es algo más que una "pose". Da idea de la misma el espectacular rearme que ha efectuado en estos últimos dos años. Por un lado, Marruecos llegó a provocar un escándalo en Inglaterra al convencer al Reino Unido para que le vendiera una cantidad importante de armas ligeras para la lucha en el desierto. Por otro, Marruecos ha renovado su Ejército del Aire comprando 20 modernos aviones cazabombarderos F-16 con la financiación de sus tradicionales aliados: las corruptas e integristas monarquías del Golfo Pérsico. Estos aviones, y las bases en las que se pretende que operen, alteran sustancialmente el equilibrio regional pues el radio de alcance de los mismos abarca todo el Sahara, las Canarias, el oeste argelino. El rearme marroquí en este contexto parece dar a entender que Mohamed, asimilando mal las enseñanzas de su padre, quiere jugar la política del chantaje: o me quedo con el Sahara o voy a la guerra.

La primera opción, darle el Sahara, si antes de esta crisis ya resultaba dudosamente aconsejable (pues no iba a eliminar la inestabilidad provocada por la población saharaui independentista), después de la histeria colectiva resulta aún menos probable. En efecto: ¿cómo va a avalarse la entrega del Sahara a un país que ya da muestras de abrir nuevos frentes reivindicativos territoriales en España y Argelia? ¿Cómo va a garantizar la "estabilidad" del Magreb el fortalecimiento de un Estado que ya anuncia la creación de nuevos focos de inestabilidad (Canarias, Ceuta, Melilla, Bechar, Tinduf...)?

La segunda opción, buscada como aglutinador interno marroquí quizá tenga efectos contrarios a los esperados: la juventud que en época de paz se juega la vida en las pateras para huir de Marruecos, ¿va a quedarse en Marruecos para ir a la guerra?

1.B.b. El deseo de mantener la ocupación del Sáhara es una de las causas de los movimientos islamistas terroristas que han asolado Argelia. Ha sido Marruecos quien les ha dado apoyo logístico. Fue Hassán II quien tácitamente lo admitió con aquella frase de que "cada uno tiene su Polisario".

2. CONSECUENCIAS DESESTABILIZADORAS PARA EL MAGREB DE LA EVENTUAL ENTREGA DEL SÁHARA A MARRUECOS.

En esta situación, hoy como hace 26 años se habla de la entrega del Sahara Occidental a Marruecos como única fórmula capaz de dotar de "estabilidad" al Magreb y, de esta suerte, hacer posible el desarrollo de sus potencialidades económicas. Sin embargo, no es fácil adivinar que si se otorga ahora a Marruecos este nuevo triunfo exterior, las causas de la inestabilidad interna marroquí y las de la inestabilidad externa del Magreb no desaparecerían.

2.A. La entrega del Sáhara provocará un enquistamiento y agravamiento de las causas de la inestabilidad interna en Marruecos.

2.A.a. Enquistamiento de las causas de la inestabilidad interna. Dado el carácter especialmente soberbio del Rey, el mismo se sentiría más fortalecido para continuar manteniendo su régimen tiránico y la corrupción.

- Tiranía política. Es improbable que un monarca fortalecido por la entrega del Sáhara acepte democratizar su sistema político. Si manteniendo un régimen tiránico (con violación de los derechos humanos y con un pluralismo político totalmente falsificado) recibe el "premio" de la entrega del Sáhara, ¿qué razón va a tener para democratizarlo?

Los partidos marroquíes democráticos que pretendan recortar el poder absoluto del monarca se verán abocados al fracaso pues si no ha habido presión internacional para hacerle cumplir el Derecho Internacional en el asunto del Sáhara, menos lo habrá para que democratice su sistema.

Los partidos políticos que fomenten aspiraciones regionalistas o nacionalistas (saharauis, bereberes, rifeños) dentro de Marruecos probablemente también serán severamente reprimidos.

- Corrupción. En una situación en la que Marruecos obtenga el Sáhara Occidental y pueda aprovechar sus riquezas petrolíferas el actual sistema de corrupción no hará sino amplificarse. Lo más probable es que se reproduzca la corrupción que existe en Guinea Ecuatorial con una diferencia esencial: mientras en Guinea la corrupción carece de una "tradición", en Marruecos está institucionalizada en el aparato del "Majzén".

2.A.b. Agravamiento de la inestabilidad. Si persiste o aumenta la tiranía política y la corrupción, la consecuencia absolutamente ineludible será un agravamiento de la inestabilidad interna.

Por partidos o formaciones regionalistas. Dado que es notorio que los saharauis no quieren ser marroquíes, la consagración de la soberanía marroquí si bien podría conducir a poner fin a la guerra exterior del Sahara (apagada desde el alto el fuego de 1991), no por ello impediría el surgimiento de movimientos de protesta internos, incluso violentos, en el territorio del Sahara Occidental. Ante esta nueva situación, el régimen respondería con más represión, la cuál permitiría acallar cualquier disidencia ante el ejercicio de la corrupción.

Por partidos islamistas, la fuerza de oposición al "Majzén" más poderosa y mejor organizada. El islamismo explota la corrupción del sistema. A mayor corrupción del "Majzén", mayor apoyo del pueblo a los islamistas.

2.B. La entrega del Sáhara a Marruecos provocará un agravamiento de las causas de la inestabilidad política externa del Magreb.

2.B.a. Si Marruecos consigue quebrar el principio de intangibilidad de las fronteras heredadas del colonialismo y lo hace de este modo: es decir, mediante una guerra de agresión (como fue la de la ocupación del Sáhara) que no sólo no es castigada, sino que es "premiada", es altamente probable que Marruecos se vea alentado a progresar en su política expansionista frente a España, Argelia y Mauritania. De ahora en adelante Marruecos ya sabe qué debe hacer para apropiarse indefinidamente de un territorio. Si el modo actual de apropiación del Sáhara es bendecido, será probable que Marruecos lo utilice en el futuro para ocupar Mauritania, Ceuta, Melilla, las Canarias o el suroeste argelino, excepto si alguien le frena por la fuerza. Se está, por tanto, incentivando una guerra imperialista en la región.

2.B.b. Si Marruecos constata que la táctica de alimentar en su territorio grupos terroristas que operen en los Estados vecinos no es castigada, se encontrará un poderoso aliciente para hacer lo mismo con sus vecinos. Marruecos, no sólo apoya el terrorismo islamista que opera en Argelia, sino que actualmente apoya movimientos independentistas canarios y andaluces y ha llegado a comparar a ETA con el Frente Polisario: ¿pretende que ETA sea nuestro "polisario" por seguir con la "teoría" de Hassán II? Algo parecido puede hacer también, sin dificultad, en Mauritania pues Marruecos tiene excelentes relaciones con Senegal, de donde proviene una gran parte de la población negra que se encuentra enfrentada con la población árabe en Mauritania.

3. CONCLUSIÓN.

La pregunta es: ¿interesa un Magreb estable? Si la respuesta es "SÍ" la única solución es afirmar de modo indiscutible la INTANGIBILIDAD DE LAS FRONTERAS heredadas del colonialismo. Todo lo que suponga una alteración de estas fronteras por la fuerza supone un aliciente para provocar la inestabilidad política en la región. Y sin estabilidad política en la región, no habrá aprovechamiento pacífico de sus riquezas naturales. Por esa razón, el Sáhara NO debe ser entregado a Marruecos.


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