Sr. D. GEORGE W. BUSH
Presidente de los Estados Unidos de América
White House
WASHINGTON, B.C.

president@whitehouse.gov.

 

Sr. Presidente,

 

Los abajo firmantes nos dirigimos respetuosamente a Usted en la oportunidad de hacerle llegar lo siguiente:

La Comunidad Internacional y sus Organizaciones más representativas: la ONU, la OUA y el Tribunal Internacional de Justicia de la Haya,... han declarado el Sáhara Occidental como un territorio sujeto a un proceso de descolonización y han reconocido el derecho del pueblo saharaui a decidir libremente su futuro en un referéndum de autodeterminación libre y transparente.

Hace más de 27 años el Estado español abandonó al pueblo saharaui a su suerte, permitiendo que Marruecos ocupara el Sáhara Occidental, condenando a sus habitantes a refugiarse en Argelia o a vivir sometidos bajo la ocupación militar marroquí en el territorio saharaui.

El Gobierno que Usted preside, miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, no ha hecho lo necesario para que se respete la legalidad internacional violada de forma brutal en el Sahara Occidental y ha consentido que Marruecos obstaculice impunemente y de forma reiterada el Plan de Arreglo de las Naciones Unidas y los Acuerdos de Houston de 1997, suscritos entre las partes, el Frente Polisario, legitimo representante del pueblo saharaui y el Reino de Marruecos, bajo los auspicios de James Baker, con el fin de resolver el conflicto por medio de un referéndum de autodeterminación y, de esta manera, concluir definitivamente el proceso de descolonización.

Su País le ha permitido a Marruecos obstruir la aplicación del Plan de Paz; ha consentido a compañías americanas, como KerrMcgee, implicarse en un intento de explotación ilegal de las riquezas naturales saharauis y ha sido,en definitiva, indiferente a la violación sistemática por Marruecos de los derechos humanos del pueblo saharaui.

Los Gobiernos de países democráticos y su ciudadanía, no deberían admitir que el único sistema posible para que se preste atención a los conflictos sea su explosión violenta, la existencia de masacres o la proliferación de terrorismos que buscan atraer la atención pública para dar visibilidad a un conflicto abandonado. No hacer nada en lo político cuando procede y se puede, es decir, ahora, es una invitación a la escalada y la degradación del conflicto.

Ninguna persona de buena voluntad que conozca la historia de este episodio de descolonización frustrada, puede dejar de expresar su rechazo a la continuada violación de los derechos de un pueblo al que la propia Comunidad Internacional ha ofrecido la promesa formal de permitirle ejercer su derecho a la libre autodeterminación a través de un referéndum justo y libre.

La estabilidad en una zona como el Magreb es, junto a su desarrollo social y económico, una exigencia de los intereses internacionales. No obstante, dicha estabilidad, primer requisito para el desarrollo del Magreb, está íntimamente ligada a la solución pacífica del conflicto del Sáhara Occidental en el marco de la legalidad internacional establecida por numerosas resoluciones de la ONU. Por consiguiente, la continua ocupación ilegal del Sahara Occidental por Marruecos no debe ser tolerada por mas tiempo por la Comunidad internacional, si esta quiere conservar un mínimo de credibilidad. En este marco, grande es nuestra esperanza de que su Administración juegue en el futuro inmediato un papel decisivo en el marco del Consejo de seguridad de la ONU para que el pueblo saharaui logre ejercer de forma efectiva su derecho a la autodeterminación, principio básico indiscutible para una paz duradera y que esta además en las raíces mismas de la independencia de los Estados Unidos de América.

Atentamente le saluda

Coordinadora estatal de asociaciones solidarias con el Pueblo Saharaui, España

 


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