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Este año, el mundo entero conmemora el 50 aniversario de la
Declaración Universal de Derechos Humanos que expresa y
proclama una serie de derechos fundamentales de aplicación
universal. Pero, desafortunadamente, nosotros, un año
más debemos reunirnos para intentar con nuestra presencia
conjurar la no presencia de tantos desaparecidos. Desaparecidos todos
ellos por la misma causa:
por la libertad, por la justicia, por decir no al que intenta plantar
sus banderas en la tierra de otros. Nuestra presencia aquí es
un acto de homenaje a ellos, a su lucha, que es también la
nuestra.
Pero este año puede ser distinto a otros. Después de más de veinte largos años, según el calendario preestablecido tras los acuerdos de Houston, dentro de una semana, el 14 de junio, deberían ser liberados todos los presos saharauis, ningún desaparecido debería estar en las mazmorras marroquíes. Habría que terminar con la angustia cotidiana de tantas familias, amigos, que se preguntan por la persona querida, si habrá muerto, si su vida depende de un hilo de tiempo que se acaba si no se actúa con la debida urgencia. Quizá haya para algunos un final feliz, una presencia deseada desde hace muchos años. Esperemos que dentro de poco, todo el desierto se llene de gritos de bienvenida. Que sea así depende en gran parte de nosotros:
Tenemos que exigir con todos los medios a nuestro alcance la pronta liberación de presos y desaparecidos.
Tenemos que llamar la atención de la comunidad internacional sobre las flagrantes violaciones de los derechos humanos cometidos por el gobierno de Marruecos contra la población civil saharaui. Que los intereses creados no impidan una actuación eficaz para acabar con estas violaciones. Tenemos que exigir del gobierno español el esclarecimiento de la situación de Bassiri, fue detenido en los años de administración española en el Sáhara y no se ha vuelto a tener noticias suyas. Es el desaparecido más antiguo del Sáhara y los responsables son españoles.
La asociación de familiares de presos y desaparecidos saharauis, condena enérgicamente la postura de inhibición del gobierno español respecto las violaciones de los derechos humanos en el Sáhara, su silencio respecto los 526 desaparecidos y respecto Bassiri y su supuesta neutralidad en el proceso refrendario, mientras defiende los intereses marroquíes en Europa y se muestra preocupado por las simpatías de los españoles hacia el pueblo saharaui. La asociación de familiares de presos y desaparecidos saharauis exige la creación de una comisión internacional que bajo los auspicios de las Naciones Unidas aclaren los casos de desaparición y las violaciones flagrantes de los derechos humanos en el Sáhara.
Exigimos la indemnización de las familias que durante mucho tiempo se han visto afectadas por la carencia de medios al faltar un familiar, frecuentemente el más activo laboralmente.
La ley del más fuerte, el que los hechos consumados siempre signifiquen una ventaja, aunque esta implique un genocidio no debe ser consentida. Con la misma resolución con la que exigimos el esclarecimiento de todas las desapariciones, exigimos la no impunidad de los autores de crímenes contra los saharauis. AFAPREDESA aprovecha esta ocasión para lanzar un llamamiento de socorro a las ONGs de defensa de los derechos humanos y a todas las personas amantes de la paz y la dignidad a fin de redoblar sus esfuerzos para que los desaparecidos y sus familias puedan vivir en paz.
Valencia 6 de junio de 1998.
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